La vida Sigue.... la vida siempre sigue, pero muchas veces sin que nos apetezca nada, tardamos en volvernos a enganchar a los valores que nos mantienen con futuro cuando este de repente se desvanece.
Queremos predecir lo que pasará y dedicamos muchísima energía a establecer una estabilidad que nos de la tranquilidad del mar en calma, pero a veces el tiempo cambia, a veces vienen olas y otras veces aparecen Tsunamis que nos destruyen no sólo lo construido sino lo que teniamos cimentado, incluso lo imaginado que nos mantenía con ilusión y nos motivaba a levantarnos cada día por la mañana. Entonces es cuando necesitamos la RESILENCIA.
La Resilencia es una virtud para afrontar las malas rachas. Que debemos hacer cuando atravesamos un mal momento? pues la alternativa es tan simple que resulta cruel, la alternativa es seguir viviendo, porque vivir también es sufrir, es avanzar sin ganas, es desconcierto, miedo y rabia.
Casi siempre el ser humano debe de darse permiso para vivie esta etapa, al fin y al cabo es una fase lógica del duelo. La sociedad nos llena el plan de vida de un montón de premisas que debemos cumplir para ser feliz y que además parece que sino lo hacemos nos culpabilizan por elegir ser unos insatisfechos, como si el estado emocional pudiese programarse y mantener activo en modo alegría hasta que tu decidas modificarlo y oir desgracia, esto no es así.
En cuanto a cómo encaramos estos momentos de bajo ánimo, suceden muchas cosas diferentes. algunas personas creen en ello y por suerte su mar esta en calma, pueden permitirse mirar otras lagunas, plantearse que pueden venir marejadas o algun temporal inesperado o que ahora que el mae está tranquilo es una pena no disfrutarlo teniendo alguien más con quien estar, un trabajo mejorm una nariz más pequeña, etc etc...
Otros son deportistas expertos en esta disciplina y continuamente sortean ola tras ola sin tiempo para disfrutar la calma, simplemente se ocupan de solventar todo lo que llega sin prestar atención a nada y al menos mientras dura esa etapa tan ajetreada no sienten demasiado el malestar, que sin embargo notan despu,es como una resaca física y emocional, proporcional a la vorágine en la que ha estado inmersa.
Otras personas se acostumbran a vivir con ese malestar, pero con la sensacion permanente de ser responsables, esto les tranquiliza mucho y les da al menos la sensación permanente de ser responsables, esto les tranquiliza, sienten que tienen el control, pero elmar tampoco puede controlarse como si se tratase de la piscina de una casa, así que de manera inesperada, sin merecerlo y sin predecirlo nos destroza la vida un vendaval, y nos preguntamos Que hago ahora o después?
DEBEMOS APRENDER A VIVIR DE OTRA MANERA. Esta es la más complicada de las situaciones, ya que el dolor es tan intenso que todo a tu alrededor pasa a un segundo plano en el que cualquier comentario quejoso por algo que a ti te resulta una banalidad te ofende y te sumerge en el silencio de la incomprensión y tristeza.
Lo más capaz para desarrollar la resiliencia es adoptar una serie de hábitos y actitudes, ademas de establecer ciertas pautas de autodescubrimiento, te las voy a enumerar a continuación:
- Identificar qué estás experimentando a nivel emocional.
- identificar las somatizaciones que reflejan lo que sientes en tu cuerpo.
- Cuestionarte qué harías en ese momento sino te sintieses así y tratar de llevarlo a cabo.
- Cargar de sentido cada acción que lleves a cabo.
- Actuar para mejorar tu vida a largo plazo y no para eliminar el malestar que sientes.
- Observar tu patrón de respuesta automático.
- Crear una lista alternativa de diferentes estrategias para afrontar el malestar.
- Decidir cuáles de ellas sirven para eliminar malestar y cuáles son para construir una vida que compensa.
- Comenzar a elegir de una manera consciente cada decisión que habitualmente se toma de manera impulsiva.
- Permitirse equivocarse, aceptar el malestar es el mayor aprendizaje y aumenta la tolerancia convirtiéndonos en personas más libres.